Por: Ari
Suzanne Collins, guionista y autora de una exitosa serie de libros para niños, estaba un día traspuesta en el sofá de su casa, mecida por el sonido de la televisión. En su duermevela se superpusieron varias imágenes televisivas: por un lado, un reality show, por otro, imágenes reales de una guerra. Ambas escenas mezcladas le encendieron la bombilla de Los juegos del hambre, la trilogía con la que se ha convertido en habitante perenne (160 semanas seguidas) de la lista de libros más vendidos de The New York Times y en una de las personas más influyentes del año 2010 según la revista Time.
El primer libro se editó en Estados Unidos en 2008. En 2009 llegó a España. “Compramos los derechos antes de que se publicara en Estados Unidos y parecía arriesgado porque si no se lee, el libro parece violento, pero en realidad es un alegato contra la violencia”, cuenta Laia Esqué, editora de Molino.
El argumento no elude la brutalidad, desde luego.
La historia está ambientada en un mundo futuro. Ha habido una guerra civil en Panem y el poderoso Capitolio ha resultado vencedor: ha destruido uno de los 13 distritos rebeldes y a los 12 restantes los ha condenado a entregar cada año a dos adolescentes que deberán batirse a muerte en un reality show televisado. Katniss Everdeen, la protagonista, es una chica de 16 años que se ofrece voluntaria al juego mortal para ocupar el lugar de su hermana pequeña.
Suzanne Collins ha contado que se inspiró en la Creta del Minotauro, que recibía el tributo de jóvenes para saciar a la bestia, y en las luchas de los gladiadores en la antigua Roma. Hay además, otros ingredientes que aderezan la historia: un triángulo amoroso que hace que Katniss bascule entre Gale, su amigo de la infancia, y Peeta, su compañero de distrito en La Arena; un ritmo trepidante que demuestra las tablas de Suzanne Collins como guionista, y Katniss Everdeen, una protagonista “magnética y fuerte que despierta gran empatía en los lectores”, según Laia Esqué.
Con estos mimbres, y el empujón de los seguidores de la serie por Internet (tiene 72.000 fieles en Facebook), antes del estreno de la versión cinematográfica, se habían vendido en España 120.000 ejemplares de Los juegos del hambre.
El entusiasmo continúa, y eso que es un libro para lo que los expertos llaman jóvenes adultos, lectores de entre 14 y 25 años, y que Suzanne Collins no ha hecho promoción de sus libros. “No es una autora difícil ni es una pose de diva; es que nunca ha querido hacerla, ni cuando nadie la conocía”, explica Laia Esqué. Ahora, desde luego, no la necesita.
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